En menos de tres semanas, más de 53.000 personas han abandonado la capital de Haití, la mayoría de ellas huyendo de la creciente violencia perpetrada por pandillas, revela un informe de Naciones Unidas publicado el martes.
El éxodo desde la capital, de unos 3 millones de habitantes, inició poco después de que poderosas pandillas lanzaran varios ataques en contra de las instituciones gubernamentales a finales de febrero. Hombres armados han quemado comisarías de policía, tiroteado el principal aeropuerto internacional, que sigue cerrado, y asaltado las dos principales cárceles de Haití, liberando a más de 4.000 reclusos.
Según datos de la ONU, al 22 de marzo, más de 1.500 personas habían sido asesinadas y otras 17.000 se habían quedado sin hogar.