La vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump se enfocan directamente en los estados indecisos, a los que esperan inclinar a su favor este año, y ambos tratan de expandir sus estrechas vías a la victoria en una campaña presidencial muy cerrada.
Harris tiene la vista puesta en Carolina del Norte, donde ha programado mítines en Charlotte y Greensboro el jueves, en sus primeros eventos políticos tras animar a sus simpatizantes con su desempeño en el debate del martes. Su equipo trabaja para convertir los momentos clave del debate en nuevos anuncios televisivos y digitales, y promete más viajes a estados en disputa.
Trump se dirige al oeste, a Tucson, Arizona, mientras busca estabilizar su campaña, que sigue teniendo dificultades para recalibrarse cerca de dos meses después de que Harris reemplazara al presente Joe Biden como candidata del Partido Demócrata. Aunque el equipo de Harris ha dicho que ella está dispuesta a participar en otro debate, el candidato republicano no ha dicho nada al respecto.