La tormenta tropical Trami se alejó el viernes del noroeste de Filipinas, donde causó al menos 82 muertos en deslaves y grandes inundaciones que obligaron a las autoridades a movilizar más barcas para rescatar a miles de personas aterradas que quedaron atrapadas, algunas de ellas en sus tejados.
Pero el peligro podría no haber terminado: los meteorólogos estatales plantearon la inusual posibilidad de que el meteoro — el 11mo y uno de los más letales que azotó el país este año — podría dar un giro de 180 grados la próxima semana empujada por los vientos de alta presión en el Mar de China Meridional.
El jefe de policía de la provincia de Batangas reportó el viernes la muerte de 49 personas, en su mayoría en deslaves provocados por la tormenta en la región del sur de la capital, Manila. Esto elevó la cifra total de fallecidos a causa de Trami a al menos 82.