Los fabricantes tienen problemas para hacer planes a largo plazo. Los agricultores enfrentan represalias de compradores chinos. Los hogares de Estados Unidos cargan con precios más altos.
Los senadores republicanos confrontan al gobierno del presidente Donald Trump con esas preocupaciones y muchas más, inquietos por el impacto económico de la amplia estrategia arancelaria del presidente, la cual entró en vigor el miércoles.
En una audiencia del Senado y en entrevistas con periodistas realizadas esta semana, el escepticismo republicano hacia las políticas de Trump fue inusualmente alto. Aunque los legisladores republicanos se aseguraron de dirigir su preocupación a los asesores y consejeros del presidente, en particular al Representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer, quien compareció el martes ante la Comisión de Finanzas del Senado, esto representó una infrecuente ruptura republicana con un presidente al que han defendido en otras ocasiones.
Los legisladores tenían razones para preocuparse: el mercado de valores ha estado en una volátil caída durante días y los economistas advierten que los planes podrían llevar a una recesión.