Dentro de una sala de conferencias de un hotel de Denver, Dallenis Martínez y cientos de migrantes asistieron el lunes a un curso de orientación que forma parte del nuevo y ambicioso programa de la ciudad para apoyar a migrantes, el cual incluye alojamiento de seis meses en apartamentos y capacitación laboral intensiva para quienes aún no tienen permiso legal para trabajar.
Es un giro de 180 grados respecto a las estrategias que Denver, Nueva York y Chicago han empleado para apoyar a miles de migrantes mientras se veían obligadas a recortar sus presupuestos. Las estrategias de apoyo, improvisadas en su mayor parte, han incluido estadías de varios días o semanas en albergues o boletos de autobús para enviar a los migrantes a otros lugares.
Ahora Martínez, de 28 años, y su dos hijos pequeños, al igual que otros 650 migrantes en Denver, están siendo colocados en apartamentos con seis meses de alquiler pagados, asistencia para el pago de alimentos y servicios, una computadora gratuita, un teléfono celular prepagado y pases para el transporte público.
Posteriormente, la ciudad y varias organizaciones sin fines de lucro con las que trabaja planean proporcionar cursos de inglés, computación, instrucción financiera y derechos laborales, al tiempo que también ayudan a los migrantes a certificarse en sectores económicos específicos, como la construcción, la venta al por menor, servicios de hospitalidad, atención médica y educación temprana. Martínez dijo que aceptará cualquier empleo para mantener a sus hijos.
El apoyo también incluirá ayuda con la documentación para presentar solicitudes de asilo y, a la larga, permisos de trabajo.
El objetivo del nuevo programa es actuar como un amortiguador para los recién llegados que, de acuerdo con la ley federal, deben esperar seis meses para obtener un permiso de trabajo después de presentar su solicitud de asilo, y aprovechar ese tiempo con el fin de preparar a los migrantes para su nueva vida.