Un juez federal de Washington permitió que los despidos masivos de trabajadores federales por parte del presidente Donald Trump sigan adelante.
El juez federal de distrito Christopher Cooper decidió el jueves que no podía aprobar una moción de los sindicatos que representan a los trabajadores para bloquear temporalmente los despidos. Encontró que su queja equivalía a una disputa laboral y debía seguir un proceso diferente establecido en la ley federal de empleo.
Cooper reconoció que el segundo mandato del presidente republicano “ha estado definido por una avalancha de acciones ejecutivas que han causado, de forma intencionada, según algunas personas, disrupción e incluso caos en amplios sectores de la sociedad estadounidense”.
Sin embargo, Cooper, nombrado por el presidente demócrata Barack Obama, escribió que los jueces están “obligados a decidir cuestiones legales basándose en la aplicación imparcial de la ley y los precedentes, sin importar la identidad de los litigantes o, lamentablemente en ocasiones, las consecuencias de sus fallos para la gente común”.