La idea de prohibir las bebidas azucaradas, las golosinas y más del programa federal que ayuda a las familias de bajos ingresos a costear alimentos nutritivos se ha intentado antes, pero pronto podría recibir un impulso de la nueva administración Trump.
Robert F. Kennedy Jr., recién confirmado como secretario de Salud, y Brooke Rollins, la nueva secretaria de Agricultura, han señalado que están a favor de eliminar tales golosinas del SNAP, el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria.
Kennedy ha sido el más vocal, pidiendo al gobierno que ya no permita que el programa de casi 113.000 millones de dólares que atiende a casi 42 millones de estadounidenses pague por “refrescos o alimentos procesados”.
“El único lugar donde diría que realmente necesitamos cambiar la política es en el programa SNAP y los cupones de alimentos y en los almuerzos escolares”, dijo Kennedy a la presentadora de Fox News, Laura Ingraham, la semana pasada. “Ahí, el gobierno federal en muchos casos está pagando por ello. Y no deberíamos estar subsidiando para que las personas coman veneno”.