Los legisladores de Alabama aprobaron una ley que convierte en delito grave el introducir al estado de forma intencional a alguien que se encuentre en Estados Unidos sin autorización legal, acogiendo proyectos de ley similares a nivel nacional que podrían restringir los viajes entre estados para algunos inmigrantes.
La ley, que recibió la aprobación final el miércoles, protege “no sólo a los ciudadanos de Alabama, sino también a las personas que están inmigrando aquí legalmente y haciendo todo de la manera correcta”, sostuvo el senador republicano Wes Kitchens, patrocinador del proyecto de ley.
La medida establece exenciones para profesionales médicos como conductores de ambulancias y empleados de bufetes de abogados, educadores, iglesias u organizaciones benéficas que realicen tareas “no comerciales”. La ley también describe un proceso para que las fuerzas del orden determinen el estatus migratorio de una persona que haya sido arrestada. La propuesta se dirige ahora a la gobernadora de Alabama, Kay Ivey, quien tiene 10 días para firmar la ley o de lo contrario fracasará por un veto de bolsillo.